9 may 2006

Yo contra mi


Soy una mujer desconforme. Pero por el solo hecho de que no estoy satisfecha como mujer.
Creo que dentro de mis mil traumas, el que mas llevo a flor de piel, es el de la desconfianza que me generan los hombres.
Me doy cuenta que los hombres que pasaron en mi vida, solo fueron para mi el objeto de mi descarga de tanto odio hacia la vida de mierda que debemos cumplir como parte de la sociedad. Y lo que mas agresiva me pone es el hecho de que mis miedos de jugar fuera de esos parámetros me dejen sola y me auto convenzo de que lo que tengo como pareja es lo que quiero y termina siendo lo que necesito para lograr esos objetivos sociales.
Mi última psicóloga me dijo que no era sexopata, sino que utilizaba el sexo como mi medio de poder, de control sobre el otro.
Ayer chateando con mi vieja que esta en España con mi hermana mayor me comentaba lo mal que estaba no solo por el hecho de extrañarnos mucho, sino porque el inútil de su marido, que no trabaja, no aporta demasiado a las obligaciones diarias, y que ella que trabaja 10 horas por día porque es su única forma de poder desarrollarse profesionalmente, cuando llega, tiene a la nena pegada a ella todo el tiempo y además tiene que hacer las cosas de la casa. Y encima ahora los dos hijos de él que vivían en Francia con la madre quieren venir a vivir con ellos. Los pendejos son muy mal criados y ella los quiere mucho, pero sabe lo que le espera con el quilombo de la convivencia porque no ayudan para nada y el padre nunca les puso ningún limite. Imaginate que les puede pedir, si él no es ejemplo de nada.
Eso me dejo mal todo el día, no solo por la situación de mi hermana, sino porque volvió a despertar mi ira contra los hombres. Hombres que siempre termino encasillando dentro de las actitudes de mi viejo. Y lo peor es que no encuentro ejemplo masculino que me haga ver lo contrario, o no soy capaz de verlos.
Estábamos con M en la cama, intentando dormir antes de salir, y ninguno de los dos podía pegar un ojo.
Empezamos a hablar del tema, y de tratar de proyectar como seria para nosotros el hecho de tener un hijo, como lo manejaríamos, como nos organizaríamos y quien seria el que tendría que sacrificar su vida profesional para criarlo.
Su postura no la tenia determinada, y creo que no sería una persona egoísta, tiene muchos defectos pero ese no.
Mi postura fue mucho más rígida y mis palabras fueron muy fuertes… “yo se que el día que quiera tener un hijo se q lo voy a tener que hacer sola, este o no con una persona al lado”. Es más, creo que no me moriría por tenerla al lado, pero otra parte de mi sigue buscando una pareja para formar esa familia idealizada, que nunca vi ejemplo que valga la pena y cada vez es para peor.
A mis 30 años, creo que si tuviera un hijo, no actuaría de la misma manera para con los hombres, creo que elegiría de otra manera.
El tema fue yendo más para nuestra propia relación, y de cómo se fue dando en estos dos años.
Mi reclamo hacia M es el hecho de que nunca dejo nada para estar con migo (es su primer noviazgo, en cambio yo vengo de una relación de 9 años y después otra de 4 con convivencia incluida) pero él dice que nunca valoré todo lo que hizo, y que sí dejo de hacer muchas cosas porque disfrutaba mas estar con migo.
Su reclamo hacia mi, es que yo nunca le cierro la puerta a nadie, es decir que dejo y disfruto que me encaren, y doy pie a eso.
El no me pide que deje de hacerlo si es que eso me genera placer, pero si me pide que no lo niegue, ni justifique, y que si es así, que cambiemos la forma de llevar la relación porque no se puede poner las pilas con alguien que necesita juega a dos puntas.
Yo se lo niego, pero en el fondo sé que tiene algo de razón, se que no les corto el rostro, siempre queda dando vueltas un …”no, en este momento no me interesa”, pero nunca un “ no, no me interesa”.
Hay dos personas en este momento que son el centro de la discusión, una es N, conocido de ambos, me gusta mucho y tenemos mucha piel (obviamente M no lo sabe), pero no me genera una atracción mas que sexual mas allá que es una excelente persona y disfruto mucho charlar con él.
El otro es X, con él es diferente, tuvimos una historia antes de estar yo con M, y después se cortó el contacto físico. Seguimos mandándonos mail, y de vez en cuando nos encontrábamos a tomar algo y charlas. Es una persona muy interesante, me gusta compartir muchos temas con él.
Ya le deje claro que para mi no hay mas intenciones que esas, y X me afirmó que para él también, pero M me sigue asegurando que es solo un lobo vestido de oveja, que esta esperando agazapado que yo vuelva a caer.
Me enojo cuando me dice esto, y trato de convencerlo de que esta equivocado, de que solo es un amigo y no hay intenciones ocultas (en realidad trato de convencerme a mi misma)
El otro día leyendo su blog, pude confirmar y no por suposiciones sino porque estaba escrito de una forma muy clara y explicita que M tenia razón, que detrás de cada encuentro, de cada charla, esta el deseo de que pase algo más, del contacto físico.
Un lado mío, el que lleva todos sus traumas y esa necesidad de levantarme el ego con los demás, se sintió satisfecho, por saber que esta ahí, por saber que genero atracción en él todavía. Pero otro lado, el de la amiga, el que realmente disfruta esas charlas y ese intercambio de ideas se sintió totalmente decepcionada al darse cuenta que esta jugando de amiguito y lo único que esta esperando es que volvamos a encamarnos.
En estos momentos decidimos con M alejarnos un tiempo, para que cada uno pueda resolver sus temas y por más que quisiera tenerlo con migo, creo que va a ser la única forma en la que pueda realmente darme cuenta que quiero y espero.
Va a ser doloroso, y mucho, pero tengo que aprender que la soledad y el sufrimiento muchas veces es el mejor camino para ver la realidad y tomar conciencia que los problemas están en mi cabeza y no en la persona con la que estoy.
Ya paso todo un día de la última vez que lo ví, y muero por llamarlo.