8 ago 2007

Cada vez más ....

Ritual de encuentro, me muestro en la calle como nunca. No quiero que se note y quedo más formal de lo habitual.

- yo la bebida y vos la cena – ese fue el arreglo.

Se da la oportunidad y nos encontramos temprano.

Vino por medio, hablamos de negocios. Un nuevo proyecto juntos. Oculto como todo lo nuestro.

Contactos que trato de evitar para que no se de cuenta de la sorpresa que le tengo.

Lo percibe, pero no termina de entender.

Tiene hambre, yo vengo de tres días de excesos.

Prepara la comida y me cuenta de sus inquietudes como no creo que haga con muchos.

Cenamos, hablamos de la vida, de trabajo, nos reímos, y simplemente disfrutamos.

Se sienta detrás de mí en el sillón y me lleva hacia él.

Ya en el juego, lo supera la ansiedad y mi distancia, y sin decirle nada, me pide que le muestre lo que mi ropa le ocultaba.

Lo alejo y me desvisto, solo queda en mi cuerpo la ropa interior y las medias, los portaligas, todo blanco y de encaje. No se lo esperaba.

Me siento sobre él y las sombras y el sonido comienzan a mecerse con migo.

Se exaspera, no soporta que controle sus movimientos y me lleva sobre la mesa.

Muevo las cosas y mis uñas se funden en el vidrio.

Me sujeta de la cintura y me penetra a su antojo.

Yo sumisa ante su poder de control disfruto su dominio.

La calma vuelve, nos recostamos, el ritmo se normaliza y todo vuelve a comenzar.

Me muerde, me besa, me marca, me acaricia. Los contrastes hacen que vuelva a explotar.

Nos adormecemos y su cuerpo, todo contacta con el mío y me contiene.

Lloro y él también, cada cual por su realidad y tal vez por la misma, y en silencio ninguno dice sus por qué.

El placer, el estar a gusto, los sentimientos, todo pesa.

Y son las 3 AM y no podemos levantarnos. Estamos muy cómodos así.

Suavemente empiezo a acariciarlo y responde hipersensibilizado.

Esa era la sola intención, esa y dejarlo con ganas de más.

Pero sus súplicas hacen que me apiade y logro robarle sus últimas fuerzas.

Un mensaje, como siempre, llega antes de entrar en casa…

- yo también te quiero N.