3 oct 2006

Mis vicios


A mi me gusta tener mis momentos, los disfruto mucho y muchas veces dejo de hacer otras cosas para “no hacer nada”.
Lo que mas disfrutaba en la semana eran los viernes, cuando llegaba la tardecita, M se preparaba para salir con sus amigos y yo me quedaba en casa sola con mi música, mi compu y mi fernet (que nunca falta en casa)
A veces creo que soy un tanto antisocial, un tanto bastante diría.
Me molestan los tumultos de gente y no aguanto estar mucho tiempo con la misma gente (salvo que sea una noche de sexo, en buena compañía y con un buen vino)
Ese podría decir que es casi un vicio, y como un refrán que N me dijo una vez “ la necesidad se calma y el vicio aumenta con el placer”.
Hace un par de meses atrás, sentí lo que un drogadicto en rehabilitación, cuando estuve 2 semanas sin sexo, y te aseguro que casi le pido a mi mejor amigo que me haga el favor, pero preferí quedarme encerrada en casa y ni atender el teléfono por miedo a no controlarme.
Creo que mi problema radica en que no puedo autosatisfacerme sin quedar mas caliente que antes. Necesito un hombre de carne y hueso y no he podido reemplazarlo.
Tengo pendiente la compra de un vibrador, que puede ser la opción adecuada, ya que parte de quedarme a mitad de camino, es que tengo solo a Serafín, mi consolador que me hace trabajar demasiado y me canso.
Una de las últimas discusiones con M fue a causa de la falta de sexo en la pareja.
…. Que la falta de tiempo, que el cansancio, que los problemas y la puta que lo parió…
“a mi no me interesan las excusas, yo quiero sexo” le dije.
A veces creo que soy el hombre de la pareja, quiero todo el tiempo, no hay un día en el que no se me cruce por la cabeza algo relacionado al tema, …” ese es mi único placer, como el tuyo es el fasito y la cerveza” le dije…. “vos, a tus vicios los disfrutas con tus amigos y para eso no tenes sueño, mi vicio es coger y si no lo puedo disfrutar con vos cuando tengo ganas, no tengo porque renunciar a eso”.
Se hizo un silencio prolongado, y no supo que decirme y al rato dijo “tenes razón” y siguió el silencio.
Creo que esa semana tuvimos sexo casi todos los días. Yo no lo podía creer y por más que me desmayaba de sueño, ni se me cruzo por la cabeza rechazarlo (no iba a perderme la oportunidad)
Obviamente que todo volvió a la normalidad con el correr de los días y la rutina, y volvió también la miseria de una vez por semana, y a mi eso no me alcanza, no no.Así que los encuentros con N que se daban una vez por mes, empezaron a ser mas frecuentes, y una vez por semana tengo la oportunidad de pasar un momento o una noche, en buena compañía, con un buen vino y fogosas sesiones de sexo, que solo puede dar la mezcla de lo prohibido, lo salvaje y el saber que estas ahí solo para disfrutar del mejor de los vicios.