La causalidad

Ayer volví de Capilla del Monte (Córdoba).
Empiezo a creer que nada es casual, que todo tiene un ”por que” y un “para que”.
La semana pasada seguía con esa sensación de vacío, y el día que decidí ir al centro (que lo detesto), me llama X para que nos veamos.
Yo estaba bastante enojada con él porque me estaba jugando un doble juego que no me resultaba sincero y lo peor es que M me lo decía y yo no le quería dar la razón.
Pero no se porque acepte su invitación a tomar algo.
De una, el tema fue yendo tanto de mi lado como del suyo hacia lo superficial y vacío que nos sentíamos, a que cuanto mas ahondamos en el tema menos sentido le encontramos a todo.
El intercambio de inconformismos y dudas me sirvió bastante (mal de mucho, consuelo de tontos dicen, pero…)
Ese mediodía hablando con Nacho, sobre el mismo tema, me invitó a ir a Córdoba con él, el hermano y un amigo y supe que tenia que ir, que era lo que necesitaba.
Y así fue. La madre vive allá con su pareja que es tipo médium.
Cuando llegamos, me preguntaron si quería hacerme una sanación (o algo así), me dijeron quien era mi guía espiritual y me empezaron a mostrar una serie de cosas a realiza para poder encontrar ese sentido a la vida, eso que tanto estoy buscando.
No sentí ninguna sensación rara, ni flote, no me salieron rayos, solamente mucho calor durante la sesión, en lugares puntuales de mi cuerpo. Me dijeron que estoy preparada para las terapias, para ser curada y me dieron un par de pautas a seguir.
Puede que esto no me lleve a nada, pero realmente tengo muchas ganas de que este sea ese rayito de luz que me saque de esta oscuridad.
Espero estar preparada para los cambios que tengo que hacer, y poder encontrar la facilidad, pero no porque pasó el dolor, sino por elección.