15 mar 2007

El ganador es...

Muchas veces me pongo a pensar, y comparo (porque aunque les digamos que no, las mujeres siempre comparamos) tratando de subir al podio del primer puesto a alguno de los hombres con los que estuve, a ese que te deja marcada para siempre, a ese que pones como punto de referencia como lo mejor que te paso y que es inalcanzable por ningún otro.

A simple vista podría decir “siiii, este es”, pero si lo analizo un poco más, me doy cuenta que esta totalmente influenciado por la situación, la edad, la experiencia y las expectativas que tenía en ese momento.

No hubo muchos hombres que pasaron por mi cama, porque sea como pareja, como amante o como antojos siempre duraron bastante tiempo, no por una cuestion sentimental, sino porque cuanto mas te conoces mejor sexo tenes.

Solo hay uno que si podemos separar del resto, y es el primero, “la primera vez”, pero no para entregarle la corona de laureles.

Se podría decir que lleva las de perder, y es de seguro del que nunca te vas a olvidar, pero por la desilusión que te llevas, ya sea por las demasiadas expectativas del momento, la edad y sobre todo la falta de experiencia, generalmente de ambos (por lo menos en mi caso fue así). Y tendría que sumarle el temor al mito, al “gran momento gran”, a la perdida de la virginidad, a lo desconocido y a hacer lo que supuestamente es incorrecto, es pecado.

Pero si tuviera que marcar hitos en mi vida sexual serian:
… El primero: adolescente, inexperto, y sobre todo con los mismos miedos y vergüenzas que una. Es el que te hace decir “esto era??? … al final, puro marketing”.

… El revelador: mucho mayor, mucha experiencia, mucho contraste con lo ya vivido. Te da vuelta como una media, te cambia toda la visión que tenias del sexo, te libera y te hace decir “ la pucha ¡!! …realmente vale la pena estar vivo”

… El timidito: calladito, retraído, que se ataja de antemano por su poca experiencia, al que cuando miras pensas “con migo te aseguro que te vas a hacer hombre”.
Pero lo que no tenes en cuenta, es que lo que no hizo, lo estuvo maquinando y acumulando mucho tiempo y termina soltándose y siendo un degenerado insaciable y sobre todo, tu mejor maestro y te hace decir “ ahhh bueno … que mal que te prejuzgue”

… El langa: mucha facha, todo un chico de la noche, toda la caravana encima. El que pensas que ya tiene kilómetros y kilómetros de sexo desenfrenado y en realidad solo tiene litros de alcohol, y noches de boliche, porque de sexo nada.
Y este te hace decir “ no me puedo clavar así!!! Cuantas veces te dije que no todo lo que brilla es oro” y terminas de corroborar que los lindos solo se preocupan por comprarte por su belleza física y no se preocupan por otra cosa.

… Y el último, el niño: mucho mas chico, calladito, dulce mirada, siempre buscando contención. Te despierta una rara sensación de adoptarlo como hijo y protegerlo, que en el fondo lo tenes que proteger de vos, que lo que menos queres es ser su madre.
Pero te engaña, porque es su estrategia, es un experto cazador y sabe como llegarte para que la diferencia de edad no te inhiba y en realidad de niño no tiene nada.
Este te hace decir “adóptame vos a mí por favor”

Y podríamos nombrar a otros especimenes masculinos, pero estos son los que mas se destacan.

Y la verdad ninguno es el ganador, todos tienen lo suyo y en cada momento bueno o malo sirvieron para enseñarme, para hacerme dar cuenta que siempre se puede disfrutar de lo que tienen para darte.

El sexo siempre es placer, y aunque muchas veces no se disfruta por las expectativas que se tienen en el momento, con el tiempo cuando lo recordad, te termina sacando una sonrisa, porque no hay mal que por bien no venga y todos terminan siendo de alguna forma … momentos agradables de tu vida.