23 may 2007

Para vos .... X´s


La esencia de tu piel llegaba a mis sentidos transportada en tu perfume.

Tu presencia, tu postura, tu pedantería, no hacia más que provocar mi mirada.

En esas charlas de café disfrutaba tus ironías y las excusas para acercarte. Excusas que eran tan obvias como mi falsa ingenuidad al creerlas.

Las palabras nos fueron acercando hasta que fue inevitable que tus labios probaran los míos y mi mirada te perteneció.

Tu aroma fue penetrando en mi desnuda piel como tu cuerpo suavemente en el mío.

Todo mantuvo una dulce calma.

No fue un momento más, sin tormentas pero con una extraña sensación de plenitud.

Nunca pude entender por que no explotamos, y perdí el fuego que mostraban tus ojos, y supe que no estaba destinado a mí.

Seguimos en contacto virtual, y tus palabras fueron el sabor de mis mañanas.

La debilidad por los buenos vinos nos volvió a encontrar, y deje que me enseñaras.

Cada uno siguió su camino pero no puedo dejar de prescindir de vos.

Sos parte del oasis en mi rutina, de mi vida.

Por todo esto simplemente quiero decirte gracias y feliz cumpleaños.

21 may 2007

El tiempo contra mí

Admito, antes de cualquier descargo, que soy malísima para cualquier tipo de estimación, sea tiempo, distancias, dimensiones y/o gastos.

Como siempre me dice M – si vos decís que son 5 cuadras, yo calculo 10 y si decís que en 10 minutos estás lista en realidad es media hora – y tiene razón.

Tal vez sea por eso que ni él, ni mi familia, ni mis amigos esperan mi llegada a horario, es más, se sorprenden cuando llego puntual y sospechan que tenía mal anotada la hora.

Muchas veces si la puntualidad es importante para algún encuentro, el horario que me pasan es de 15 o 20 minutos de antelación al del resto, y así logran que lleguemos todos juntos.

No es por falta de respeto hacia el resto y menos aun tengo la intención de llegar última como una diva que esperan ansioso ver entrar caminando por la alfombra roja captando las miradas de los comensales.

Aunque no puedo negar que odio que me dejen plantada. Soy demasiado ansiosa para lograr que solo 5 minutos de espera sean 5 minutos y no 1 hora como lo siento yo.
Por suerte y para mi salud mental, los celulares y los benditos minutos libres que trae el abono, apaciguan la espera al hacer reiterados reclamos por la tardanza y confirmar que no voy a quedar ahí esperando por siempre.

Por otro lado, tengo una virtud, que algunos se empecinan en remarcarlo como un defecto, y es mi instinto de optimización de los tiempos (tantos cursos inútiles dieron sus frutos) y muchas veces hace que lleve todo al límite, sin tener en cuenta los imprevistos (o malos cálculos), sea el tiempo que tarda el colectivo o la cantidad de revoque necesario que generalmente fluctúa en relación con las horas dormidas.

Cada vez que me propongo ser puntual, el mal llevado de Murphy pone en práctica alguna de sus leyes.

Cuando calculo que el colectivo tarda media hora y salgo 45 minutos antes, el chofer decide ir a fondo en ese trayecto, para después poder fumar tranquilo donde sabe que no va a subir el inspector y cuando estoy con el tiempo justo por alguno que otro imprevisto, el señorito decide ir disfrutando del paisaje.
Si tardo normalmente media hora en bañarme (si si, se que me tomo mi tiempito), el agua se corta porque se mete aire en la cañería y quedo como un pollito mojado rezando para que vuelva y poder enjuagarme, y obviamente los tiempos se fugan dejándome otra vez retrasada.

Juro que intento modificar mis hábitos, pero el mundo está contra mí, y estoy casi segura que es todo un complot para desalentarme y hacerme quedar mal.

El que este pensando que ya estoy esquizofrénica, que se abstenga de hacer comentarios … porque esta de más decirlo.

18 may 2007

Businesses Íntimos


Ayer leí en el diario un artículo sobre las parejas y los reclamos mutuos por la necesidad de llenar los vacíos de cada uno, de pretender que el otro sea amigo, amante, compinche, soporte, bla bla bla (y obviamente que siempre este dispuesto para nosotros)

Y por supuesto que lo haga “porque es lo que siente” (en realidad, con que sea eso lo que demuestre es más que suficiente para dejarnos tranquilos).

Terminaba diciendo el autor que no podemos, ni debemos esperar que el otro suplante lo que dejamos de tener o las posibilidades que perdimos de experimentar cosas nuevas por elegirlos como pareja.


Que ninguno debe perder su vida propia, ni la posibilidad de vivir sus propias experiencias, porque eso alimenta a la pareja y aliviana el peso de nuestros reclamos (seamos reales, los reclamos son hacia nosotros, por la decisión que tomamos, pero es más fácil tirarle el fardo al otro).

Si hay algo por lo que pongo las manos en el fuego, es que mi vida es mía y nadie más que yo la vive por mi, así que lo que yo haga o deje de hacer, es mi responsabilidad.

Ya demasiados años me dedique a culpar a los demás por mis cosas, y los fui descartando y yo sigo acá, con los mismos problemas sin resolver.

En base a esto mi pareja pasó a ser una parte de mi vida, muchas veces muy importante, pero también quiero a muchas otras personas, y no voy a relegar a unas por otras, como tampoco voy a relegar las cosas que a mi me gusta pero no comparto con él.

Si por ponerme de novia deje de lado a mis amigos ... que reclamo puedo hacerle a mi pareja???, y si en todo caso mi pareja fue la que me pidió que deje de frecuentar a ciertas amistades porque no eran de su agrado ... quien hizo la elección???.
No es así?

Los problemas aparecen también cuando no coincidimos en los momentos y las cosas donde ambos pretendemos que el otro este presente y de que forma.

En lo posible trato (aunque no siempre puedo ... admito que soy muy caprichosa) de analizar que es mas importante: que este con migo pero de mala gana, con ganas de estar en otro lugar o saber que lo que compartimos es porque realmente lo disfruta y quiere.

Sumemos a esto los cúmulos de reproches que se van sobredimensionando en silencio ante el hecho de dar y hacer cosas para el otro, y tener la ilusión de que nos va a responder de la forma que nosotros esperamos o que reaccionaríamos nosotros.

Regla número uno en la vida ... para obligaciones esta el trabajo, porque no nos queda más que soportar un mundo de gente que no elegimos para poder tener una independencia económica que tanta libertad nos proporciona.

El resto de los ámbitos de la vida los elegimos nosotros, y por ende no deberían existir obligaciones, todo se debería hacer porque se desea así.

Entonces ... si se da algo es porque se quiere y punto .... NO ES UN NEGOCIO.
Utopía, lo sé, y ya me bajaron de un hondazo de mi nubecita rosa hace rato. Pero lo importante es tener la base, después se va haciendo lo que se puede.

Tengo una constante contradicción entre lo que pienso y hago, más allá de que busque un equilibrio, y no es nada fácil, no para mi por lo menos.

Esto no solo pasa en una pareja, siempre ponemos demasiadas expectativas en las personas que queremos, y las terminamos absorbiendo, dejando que miedos y egoísmo nos hagan perder el foco, que es disfrutar lo que esa persona nos tiene para ofrecer, sin pretender que sea lo que no es.

15 may 2007

Mi pasado en mí


Me despierto agitada, prendo la luz, miro a mí alrededor y quedo un instante contemplando.
Trato de entender, y sigo buscando con la mirada por la habitación.
Siento su presencia todavía en el aire y me desorienta, me perturba.

No es una cualidad mía recordar sensaciones, sabores, aromas o momentos, no hasta volver a sentirlos.
Solo la música me transporta a esos instantes que quiero que duren por siempre, que logran erizar mi piel, que me obliga a cerrar los ojos, paralizando mi presente en un suspiro que me aísla y me llena.
Y contengo el aire, tratando de mantenerlo en mí. Y no puedo más que sonreír por el dulce sabor que me dejan.

Una vez alguien me dijo “lo que se vive de noche es doblemente más intenso que lo que te pasa en el día”. Y estoy empezando a comprender lo que me decía.
Los sueños se están convirtiendo en un mundo de percepciones que atrapo con todos los sentidos y no se van cuando despierto.

En la oscuridad de la habitación pude sentir su presencia, como iba acercándose.
Al instante que sus labios tocaron los míos supe quien era.
Su sabor, su perfume, la tersura de su piel.
Su lengua recorría mi boca de una manera única, inconfundible.
Me devoraba como queriendo fundirnos en uno, tomándome con sus manos y pegándome a su cuerpo.
Y mis ojos se abrieron queriendo encontrar los suyos, pero ya no estaba ahí, solo la inmensa oscuridad que me rodeaba lo mantenía en el aire y me envolvía en una armonía reconfortante.

Es M quien está recostado a mi lado. Todo esta en su lugar.
Algo me trajo al presente nuevamente, pero con la extraña sensación de seguir manteniendo en mi todavía un pasado, que disfruté, que fue y es parte de mi vida y que me hace lo que soy.