22 jul 2008

Nada de diván

Hace un par de semanas tenía decidido ir a un psicólogo. Por actitudes que no les encuentro fundamentos, por falta de incentivo y sobre todo por no poder expresar las cosas que me molestan de buena manera.


Siempre me generaron bastante desconfianza los psicolocos.
Me pasa lo mismo con los curas.

¿no son personas también? ¿no tienen sus dudas y problemas no resueltos? ¿quien les da la capacidad de dar consejos o juzgar a la gente cuando ellos mismos necesitan de su propio terapeuta?

Fui a la cita de consulta, elegí y ahí quede a la espera de pedir turno.

Varias cosas hicieron que hasta el día de hoy no haya ido.

Por un lado, la charla con amigos me ha servido mucho.
No tengo problemas de contar mis temores y mostrar mis miserias. Soy lo que soy y el que me llega a conocer realmente, creo que es el que mejor respuesta me puede dar.
Y no porque me digan lo que quiero o espero escuchar, al contrario, son los que más duro me muestran la realidad y mis errores, y se abren a mi con todas sus mierdas también.
Y esas son las personas que aprecio y valoro, como así también sus opiniones.

Por otro lado, esta la historia de mi entrenador, que es psicoloco, con el cual charlamos bastante durante las rutinas, y se jacta de conocerme, de saber la base de mis problemas, pero no puede guiarme (según dice) porque estaría influenciado por sentimientos y no sería objetivo.

Mas allá del discurso, y de las intenciones que sé que tiene, no deja de tratar de llevarme de una forma imparcial a mostrarme que el camino que vivo, no es la mejor elección.
¿es él la mejor elección? ... lo dudo.

Hace unos cuantos meses dijo que había cortado con su novia de años, porque no era la mujer de su vida, la cosa no iba para mas y que había conocido a una mujer que le movió el piso como nunca nadie lo hizo (se supone que soy yo).
Que creía en el amor eterno, en la familia y que era hombre de una sola mujer.
Y que yo debería hacer lo mismo porque estaba seguro que mi pareja no era el amor de mi vida.

Volví a entrenar hace un par de meses, y volvieron las charlas y las insinuaciones y las flores.

Nunca le volví a preguntar de su estado civil, no quería que creyera que yo esperaba algo mas de él que lo que hay ... solo una buena relación.

Se muestra y habla como soltero, jamas nombra a su novia, y sigue en la misma postura para con migo de siempre o mas firme y decidido de que él es lo que yo quiero, solo que estoy tan cerrada en mi mundo que no logro verlo.

La semana pasada, por casualidad, lo veo en el centro de la mano de su chica, pero él no me ve.

Ahora, estoy casi convencida de que no pienso recibir consejos de una persona o profesional, que no defiende con el pecho lo que dice con la boca (y a este porque lo vi con mis propios ojos, los demás no tengo ni idea quienes son).

Pero lo mejor va a ser el dedicarme a jugar al analista, a disfrutar verlo generar un mundo ficticio, ideal, en el cual ni siquiera él es capaz de habitar.

Y yo seguire mi camino, que no se a donde me lleva, que me golpea bastante pero es mi elección.


8 comentarios:

X'stian dijo...

Será versero porque es Psicólogo o al revés????

Carlos Paredes Leví dijo...

Para mí, un terapeuta que cae en actos de hipocresía tan notorios como el del personaje que citas, no me provoca más que desprecio y una sensación de superioridad ética. Que sea desleal, siendo un profesional, ya es malo pero que encima te descubran, eso sí que es patético. Obviamente, no pondría la salud de mi mente ni mi cuerpo en manos tan poco recomendables.
Cuando mis acechantes neuras me dan alcance, siempre utilizo las mismas medicinas: algún viaje corto, salir a correr al parque, comprarme algo que me guste, leer, escribir y tomar copas con los amigos. Los efectos son inmediatos y no sólo se sanea mi mente, cayendo por su desagüe toda la porquería acumulada en forma de frustraciones y errores, sino incluso mi piel y pelo adquieren más brillo.
Alguien dijo que el mejor psicoanalista que existe es un barman. Otros, se decantan por un techo.
No cambie en lo básico; nos gusta como es.
Saludos.

X'stian dijo...

Carlos. Patético es esto mire:

http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=8627

Carlos Paredes Leví dijo...

X'istian:
A mí me parece peor que patético...me repugna ese tipo de personas. Los dejaría en medio del patio de la prisión desprovistos de cualquier protección y con un cartel especificando su delito...

Cirulaxio dijo...

Creo que la elección no es "cambiar de camino", sino transitarlo de la manera menos conflictiva posible.
Por un lado la historia de su entrenador no es una terapia. Y más intuyendo que las intenciones de él no son tan freudianas como se intentan. Ni lacanianas.
Por otro lado la búsqueda que ud intenta al acudir a un psicólogo es más interior, más personal, separando la capacidad del mismo como ser humano, con sus conflictos o sus puntos débiles.
Ud se busca a ud, no a una respuesta ajena.
Un buen psicólogo ( y no los estoy defendiendo) es el que le plantea las preguntas mas correctas, a las que sólo ud puede encontrarles una respuesta.

O sea: no confíe en respuestas ajenas, sino a buenas preguntas.

X'stian dijo...

"Un buen psicólogo es el que le plantea las preguntas mas correctas, a las que sólo ud puede encontrarles una respuesta"

Me gustó...

Carlos Paredes Leví dijo...

Dále, flaca, actualizá...¡¡ que tenés mucho que contar....

Polakia dijo...

Perdón por mi demora en responder, ando con bastante bastante fiacota.
Mi intención no es cambiar mi esencia, sino controlar mis impulsos o encontrar la causa de mis ataques de ira en cierta forma.

La verdad es que nunca fui al final al psicoloco, estoy en busca por otros rumbos y por ahora voy bastante bien.

Los cambios de ciertos hábitos rutinarios me abrieron el panorama.

Su frase Cx me encantó y es muy cierta y sobre todo estoy aprendiendo a escuchar y cuestionarme.

Carlos, como buenos carneros necesitamos la descarga física, es verdad, sino la mente no se relaja.

X´s me parece que este estudió psicología para poder dar fundamento a sus versos.

Respecto a mi entrenador, he comprobado que sus años de terapia no le hicieron mucho efecto. Empezó a reclamar mi presencia de forma obsesiva y terminé mandándolo a pelar naranjas.

Gracias señores por sus consejos, siempre son bien recibidos y sirven para plantear las preguntas adecuadas.

Saludos. Pol